Algo se estuvo fraguando, sí, algo ocurría que pasaba desapercibido para la mayoría, algo que calaba hondo en el subconsciente, una pieza que no encajaba. Era una sensación, una idea que se quedaba retenida, o, más bien, era una pregunta, sí, eso era, una pequeña cuestión que poco a poco surgía a flote en la mente al final de la serie por antonomasia del manga, o lo que es lo mismo, en Dragon Ball.
Una pequeña historia secundaria tenía lugar de forma paralela al eje central de una de las más largas series y con mayor tirón de los últimos tiempos del manga. Como en todo, surgieron escépticos que no podían asumir el éxito que se avecinaba; puristas tradicionales para los que la esencia de la serie no pasaba de los primeros capítulos; y también surgieron devotos convencidos, como yo, que se aferran a la serie y entiende su evolución hasta cierto momento, sin perder por tanto el toque crítico, y convirtiéndose en auténticos defensores de esta.
Esa pequeña historia, por cierto, truculenta, comienza con la llegada al 22° torneo de artes marciales de Tenshinhan y, sí, aunque parezca increíble, una especie de muñeco de porcelana, enano a todo esto, llamado Chaoz, un intento de personaje principal que se quedó en eso, en un intento; intento que al comienzo de su llegada Akira pretendía darle protagonismo, pero que, dándose cuenta del error que ello era, lo convirtió en un personaje secundario (por decir algo); un intento que nada más llegar pierde en el torneo con Crilin, que ya es decir; que tras ello cae muerto ante Piccolo Daimaoh, y que se quita la vida para matar a Nappa, en vano claro, para finalmente, después de ser ignorado por el resto de personajes, reaparecer para morir ante Buu. Desde luego lo borda.
Pero merece la pena hacer hincapié no en todos, pero sí en alguno de sus momentos más destacados, especialmente en la alegría que produce su inmolación ante Nappa…pero alguien sufre? Está claro que Tenshinhan finge, los demás pasan, Nappa, claro está, se rie, los telespectadores también se rien con él, y con Vegeta, faltaría más. Al llegar Goku del planeta de Kaito, se lo dicen, y como no, la cara es de indiferencia, sólo le falta soltar un “a mi que me cuentas”, eso sí, por los demás si pone cara de sufrimiento, por Chaoz casi se alegra.
Desde luego tiene más momentos cumbres, no muchos más, porque es de esos personajes que pasan, cuando pasan y si pasan, desapercibidos. Aún así, tras ello es revivido junto a los demás con las bolas de dragón…pero claro, alguien pronuncia su nombre? Alguien ha dicho que le revivan? Alguna cámara le enfoca cuando es revivido? hay que ver, menudas bromitas se gasta el dragón . A pesar de todo, ahí vuelve a estar este muñequito blanco, que de vez en cuando hace alguna gracia, a la que, siendo ignorado por todos y cada uno de los personajes, sigue un silencio y una continuación de la conversación en la que estaban… desde luego, ya sabemos donde nació el booling. El espectador en su casa, aunque no lo haga conscientemente, también le ignora, y de ese doble maltrato surge su idea de quedarse un tiempo de más entrenado en las montañas, gracias doy a todos por lograr que así fuera. Con todo ello, y mucho más, va surgiendo esa pregunta, doble por cierto, en lo profundo de la mente al llegar al final de la serie…he visto lo que creo que he visto?, lo que te hacía volver hacía atrás y exclamar…pero que coño hace este aquí??!!.
¿Alguien le ve?
by Fede
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1 comentario:
No me tongueis, Chaoz no sale en esa foto, que he estado mirando durante un rato...bueno post.
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