Pocos personajes a lo largo de la Historia de la humanidad levantaron tantas leyendas y mitos sobre su no-existencia como Gallimimus. Decíase de él, en los días en los que reinaba la paz y el ser humano no tenía nada por lo que temer, que Gallimimus llevaba una vida retirada, misántropa y de profundísima instrospección. Del día del que parte esta narración solo se sabe que tres sucesos determinantes en la vida de Gallimimus se torcieron, en lo que pudo ser un oscuro traspies del destino, e hicieron despertar en él curiosidad por el mundo exterior. En un mismo instante reventaron las cuerdas vocales de todos los colaboradores de Carrousel Deportivo, Noa murió deshidratada por una diarrea inaplacable y el inaudito programa de televisión Dog Whisperer, el encantador de perros, suspendió su emisión porque su audiencia registrabra la friolera de cero telespectadores, a pesar de que un siempre fiel Gallimimus nunca se perdía una nueva entrega. ¿Sería esto último una de las pruebas definitivas de su no-existencia? Gallimimus decidió hacer productiva su ira y resentimientos sin límites y salir a pedir explicaciones al resto de seres humanos. He aquí alguno de esos incautos que antes o después se cruzaran en el camino del temible Gallimimus I, La Parra.
Continuará..
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